La IA está transformando la vida de los estudiantes de diversas maneras. Únete a nosotros para explorar el impacto de la IA en las experiencias de aprendizaje de los estudiantes y los pros y los contras que conlleva.
A medida que la inteligencia artificial (IA) sigue creciendo y se acepta y adopta más comúnmente, estamos empezando a ver cómo las innovaciones de la IA aparecen con más regularidad en nuestra vida cotidiana. Un ejemplo interesante es el uso de la IA en la educación para mejorar el aprendizaje de los alumnos. Desde crear herramientas de aprendizaje interactivas y personalizadas hasta hacer las clases más atractivas, la IA está dando un gran paso adelante respecto a las pizarras y los libros de texto tradicionales. Curiosamente, no sólo ocurre en las aulas; la IA también está ayudando a los estudiantes en casa mediante aplicaciones y tutores virtuales.
Además, la IA puede proporcionar a los educadores información valiosa sobre los patrones de aprendizaje de los alumnos, sus errores habituales y sus hábitos de estudio. Con la ayuda de la IA, los profesores pueden crear planes de estudio diseñados para centrarse en los puntos fuertes y las áreas de mejora de cada alumno. Según Forbes Advisor, el 60% de los educadores ya utilizan herramientas de IA para mejorar sus métodos de enseñanza. Exploremos cómo la IA está transformando las experiencias de aprendizaje de los alumnos y los beneficios y retos que conllevan estos avances tecnológicos.
Las tecnologías de IA, como la visión por ordenador, el procesamiento del lenguaje natural y el aprendizaje automático, pueden ayudar a las máquinas a comprender e interpretar la información visual, el texto y los datos. En la educación, estas herramientas pueden marcar una gran diferencia al ofrecer a los alumnos nuevas formas de aprender, colaborar y comprometerse con los contenidos. Veamos algunos ejemplos reales de cómo los alumnos pueden utilizar la IA.
Los deberes son una tarea diaria que a menudo puede abrumar a los estudiantes, pero la IA puede hacerlos mucho más manejables y amenos. Por ejemplo, el OCR (Reconocimiento Óptico de Caracteres) puede extraer rápidamente texto de libros de texto o documentos escaneados y convertirlo en formato digital. Los estudiantes pueden entonces organizar, buscar y acceder fácilmente a esta información en sus dispositivos en cualquier momento. Además, las herramientas de IA pueden ayudar a los estudiantes a seguir por el buen camino ofreciéndoles consejos o recordatorios de estudio personalizados. Gracias a la IA, los materiales para los deberes pueden ser más interactivos, lo que simplifica el estudio, el repaso y la obtención de apoyo adicional, como resúmenes o traducciones.
Un gran ejemplo de ello es Photomath, una aplicación impulsada por IA que ayuda a los estudiantes a resolver problemas matemáticos proporcionándoles soluciones y explicaciones al instante. Al hacer los deberes, los alumnos suelen tener dudas y preguntas que tradicionalmente tendrían que esperar hasta el día siguiente para que las respondiera un profesor. Las apps como Photomath pueden dar a los alumnos explicaciones paso a paso, consejos visuales y referencias a las soluciones. Utilizando técnicas de visión por ordenador, como OCR, la aplicación escanea y reconoce ecuaciones matemáticas y enunciados de problemas. A continuación, puede analizar el problema y generar una solución detallada, paso a paso. La aplicación puede incluso proporcionar varios métodos para resolver el mismo problema y ofrecer a los alumnos una comprensión más profunda del material.
Las herramientas de IA también pueden ser útiles para los estudiantes en situaciones cotidianas, como romper las barreras lingüísticas. Hoy en día, es bastante habitual que los estudiantes cursen estudios superiores en distintos países, donde pueden enfrentarse a problemas lingüísticos tanto dentro como fuera del aula. Ya se trate de leer las señales de la calle, entender los menús o seguir los apuntes de clase en una lengua extranjera, estas situaciones pueden ser difíciles para los estudiantes que se adaptan a un nuevo entorno.
Con aplicaciones como Google Lens, los estudiantes pueden traducir fácilmente el texto de una imagen o cartel con sólo hacer una foto. La aplicación utiliza primero OCR para detectar el texto de la imagen. Después, se basa en el procesamiento del lenguaje natural para comprender el contexto y la estructura del lenguaje antes de proporcionar una traducción instantánea. El texto traducido se superpone directamente a la imagen original, lo que facilita a los estudiantes comprender rápidamente el significado de señales, menús o libros de texto en una lengua extranjera. Con estas herramientas de IA, los estudiantes pueden superar rápidamente las barreras lingüísticas en un aula o al explorar una nueva ciudad.
Con tecnologías como la realidad aumentada (RA), los alumnos pueden interactuar con los materiales de estudio de forma que el aprendizaje resulte más atractivo y memorable. La RA utiliza la visión por ordenador para escanear y comprender el mundo real y superponer imágenes digitales a los objetos físicos del aula. Esto crea un entorno mixto en el que los alumnos pueden ver e interactuar con elementos reales y virtuales, haciendo que las clases sean más dinámicas e interactivas.
Muchas herramientas basadas en RA ya se utilizan en escuelas y universidades. Un ejemplo es Assemblr EDU, que ayuda a estudiantes y profesores a crear experiencias de aprendizaje en 3D y RA. Los profesores pueden utilizar recursos y animaciones 3D prefabricados para construir lecciones o incluso crear sus propios materiales interactivos utilizando un sencillo editor de arrastrar y soltar. Al dar vida a la información visual y práctica, la RA facilita a los alumnos la comprensión de conceptos complejos, a la vez que hace que el aprendizaje sea más divertido.
Los estudios demuestran que se calcula que 216,6 millones de personas tienen deficiencias visuales, y la tasa de deficiencias visuales entre los jóvenes va en aumento. Las gafas inteligentes integradas con IA pueden ofrecer una mejor experiencia de aprendizaje a los estudiantes con problemas visuales, reconociendo caras, textos, imágenes en libros y colores. Es un gran ejemplo de cómo la IA está haciendo más accesible la educación.
Por ejemplo, las Envision Glasses son unas gafas inteligentes integradas con ChatGPT que pueden convertir la información visual en habla. Estas gafas pueden describir lo que los alumnos están viendo en el mundo real. La cámara integrada capta entornos del mundo real y utiliza técnicas de visión por ordenador, como la detección de objetos, para procesarlos. Después, mediante el procesamiento del lenguaje natural, la información procesada se transmite por audio a través del altavoz de las gafas. Proporciona a los alumnos con discapacidad visual más autonomía en tareas cotidianas como leer, escribir o incluso reconocer personas y lugares.
La IA ofrece muchas ventajas a los estudiantes, facilitándoles el estudio y la vida estudiantil en general. Esto también es cierto en los distintos grupos de edad. Por ejemplo, más del 56% de los usuarios de Duolingo son menores de 24 años, y la aplicación utiliza funciones de IA como el juego de rol con GPT-4 para que los estudiantes practiquen conversaciones del mundo real con la IA. Estas herramientas mejoradas con IA hacen que el aprendizaje de idiomas sea más interactivo.
En la enseñanza superior, herramientas como ChatGPT (un chatbot de IA para generar texto), Grammarly (un asistente de redacción de IA para gramática y estilo) y Consensus (un motor de búsqueda académica de IA) ayudan a los estudiantes con tareas como la investigación y la redacción. Un estudio reveló que el 70% de los estudiantes universitarios considera que la IA tiene un impacto positivo en sus estudios, aunque el 40% expresó su preocupación por las implicaciones éticas. Para comprender realmente el impacto de la IA en los estudiantes, es esencial examinar tanto sus ventajas como sus inconvenientes.
Con la IA cada vez más común en la educación, los estudiantes están experimentando nuevas formas de aprender, gestionar su tiempo y mejorar su éxito académico. He aquí algunos de los efectos positivos que la IA puede tener en los estudiantes:
Aunque la IA mejora el aprendizaje y hace que estudiar sea más cómodo, también hay que tener en cuenta algunas limitaciones. Depender demasiado de la IA puede afectar a la creatividad de los alumnos y a su capacidad para resolver problemas. He aquí algunos contras a tener en cuenta:
La IA puede redefinir la forma en que aprenden los estudiantes, ayudándoles a crear mejores hábitos de estudio, perfeccionando sus técnicas e impulsando la productividad. Al personalizar las clases y ofrecer asistencia las 24 horas del día, la IA hace posible que los estudiantes tomen el control de su educación y aprendan a su propio ritmo. Pero estas ventajas van acompañadas de consideraciones importantes, como los problemas éticos y los riesgos para la privacidad. A medida que la IA se integre más en las aulas, es crucial que nos aseguremos de que se utiliza de forma responsable. En última instancia, encontrar el equilibrio adecuado determinará probablemente el futuro de la educación, tanto para los estudiantes como para los educadores.
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